Teoría del Folclor, del hecho social
DEL HECHO SOCIAL
Todo hecho cultural es un hecho social. Por lo tanto, si estudiamos los actos culturales de un grupo humano, necesariamente debemos conocer el medio social existente dentro de él y las características que posee. Cada sociedad, en cada época, presenta manifestaciones qué le son propias y que la singularizan. Por otra parte, la cultura es una resultante del trabajo humano, siendo el hombre un ser creador por excelencia. “Con el comienzo de la actividad laboral y la fabricación de los primeros instrumentos de trabajo, se inició la formación de la sociedad humana … El trabajo liberó al hombre de la dependencia respecto a la naturaleza”. Esto, significa que por medio del trabajo adquirió el dominio de los recursos circundantes y fue obteniendo la habilidad necesaria para expresar por medios físicos sus ideas y sentimientos. El arte es pues, desde sus orígenes, “la reproducción por medio de imágenes artísticas del ambiente real en que vive el hombre” (Adolfo Sánchez Vásquez). El folclor no es una abstracción de la realidad, como algunos teóricos lo juzgan; por el contrario, es una plasmación de la misma. Es como la historia cotidiana escrita en un lenguaje figurado; Y en la medida en que las condiciones sociales, materiales o espirituales cambian, así el hecho folclórico va recogiendo y reflejando el transcurrir de la colectividad. Las preocupaciones comunes, la vida doméstica, las prácticas y creencias religiosas, las conmemoraciones festivas o funerarias; los recuerdos del pasado histórico, dejan su huella en el canto, la música, la danza y la poesía, con el sello propio de la tradición. Queda claro, entonces, que en el medió folclórico sé transluce una realidad figurada, de tipo simbólico, cuya interpretación exige rigor científico. Los mitos, las leyendas, los cuentos populares, los dichos y aún el refranero, no traducen directamente los hechos, ni revelan los personajes con una preocupación naturalista, sino que los exponen como arquetipos que sintetizan el pasado, pero que satisfacen exigencias del presente. El hecho social es exterior a las conciencias individuales. Es una realidad objetiva, y es coercitivo porque ejerce una acción coactiva, modificadora, sobre las conciencias individuales. Influye y a la vez es influido por los demás acontecimientos que lo rodean. En todo hecho social se manifiesta la ley de la “acción recíproca”, según la cual, “todo influye sobre todo”, como decía Pascal. “Por una piedra arrojada al mar, todo el mar se agita”. La noción de interdependencia del hecho cultural es básica, especialmente para comprender la dinámica cultural. Hay que tener en cuenta las partes, sin perder de vista el todo. Igualmente, el hecho social, y por ende el hecho cultural; es perfeccionable, en la medida en que involucra el desarrollo material y espiritual tanto del individuo como del grupo humano en que se sucede. El proceso de desenvolvimiento social puede compararse a un fluir de acciones y reacciones, causas y efectos, que implican continuos cambios en sentido evolutivo, enriquecimientos, cuya meta final es el mejoramiento de la calidad de la vida, y con ella la expansión de la capacidad creadora y realizadora del hombre.Fuente: El folclor de Colombia, práctica de la Identidad cultural Maestro Octavio Marulanda coautoría maestra Gladys González Arévalo Artestudio Editores